Hoy lanzamos la campaña de sensibilización y comunicación #DesdeSahel, con la que pretendemos reivindicar y visibilizar a mujeres africanas del mundo de la ciencia, el activismo, la cultura o el arte a través del hashtag #DesdeSahel en las redes sociales del Movimiento por la Paz -MPDL-.
Hoy destacamos la figura de Aminata Traoré, escritora, política y activista maliense. Aminata es una de las voces más importantes en la búsqueda de una alternativa a la mundialización en África y en la lucha por los derechos de las mujeres africanas.
Desde 2006, trabajamos apoyando los procesos de empoderamiento y resiliencia de mujeres y jóvenes en zonas rurales de Mali y Níger.
En Níger las mujeres quedan relegadas al ámbito privado del hogar, sin alternativas laborales ni económicas y con una plena dependencia de sus familias. Los dictados sociales, morales y religiosos hacen que se perciba de forma muy negativa a las mujeres que deciden emprender un negocio o participar en la vida política.
«No sabía que las mujeres teníamos derechos, pero ahora he despertado y me he convertido en una mujer valiente», explica Rabi Mahamadou, consejera municipal en la comuna rural de Allela. «Mi objetivo para los próximos años es defender los derechos de mis hermanas». Rabi, al igual que Habsou Baraou, de la cooperativa de Rouaffi, y Hadiza Jibo, de la cooperativa de mujeres de Yaya, ha sido elegida consejera municipal de su comuna en las elecciones de diciembre de 2020. Las tres mujeres se han convertido en un referente para las mujeres nigerinas. «Presenté mi candidatura al puesto tras haber tomado conciencia de la importancia de que las mujeres puedan disfrutar de sus derechos sociales, políticos y económicos», destaca Hadiza.
En ese proceso, la organización en cooperativas por parte de las mujeres está consiguiendo romper estereotipos en numerosas comunidades, mejorando la percepción de las mujeres como emprendedoras y agentes activos de cambio, y valorando su capacidad para organizarse y desarrollar actividades conjuntas de generación de ingresos.
La participación de las mujeres en la vida sociopolítica local para reducir los enormes niveles de discriminación a los que hacen frente es también crucial. «Antes las mujeres ni siquiera nos atrevíamos a salir a la calle el día de las elecciones, e incluso los hombres votaban por nosotras», señala Habsou. La auto-organización, la formación y la sensibilización a las cooperativistas, las comunidades y las autoridades locales en derechos sociales, económicos y políticos de las mujeres resulta fundamental. «No ha sido fácil, ya que muchos hombres vinieron a desanimarme y a recordarme que las mujeres tenían que quedarse en casa».
La labor del Movimiento por la Paz -MPDL- en Níger tiene como objetivo fortalecer las capacidades tanto de las mujeres como de los hombres de las comunidades para empoderar a aquellas en los ámbitos individual, familiar y comunitario. Para ello, proporcionamos formación sobre derechos políticos, sociales y económicos; apoyamos a las cooperativas de mujeres en la realización de actividades económicas; promovemos la inclusión de las mujeres en las estructuras de gestión comunitaria; y capacitamos a líderes tradicionales, religiosos e institucionales sobre sus obligaciones para garantizar el adecuado acceso a derechos de las mujeres.
Hoy, Día de África, queremos hacer un recorrido a través de los cuatro ejes de la campaña Sahel Vivo para conocer experiencias y proyectos que hacen del Sahel y sus gentes un lugar lleno de dignidad e historias que contar.
La palabra Sahel proviene del árabe, lengua en la que se traduciría como costa, orilla, haciendo referencia a la frontera natural que constituye esta región, situada entre el desierto del Sáhara y las sabanas y selvas del África Subsahariana. El Sahel e extiende como un cinturón de más de 5.000 kilómetros de oeste al este del continente africano, desde el Océano Atlántico al Mar Rojo.
La región del Sahel está formada por un total de 11 países: Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Argelia, Níger, Nigeria, Chad, Camerún, Sudán y Eritrea. El Movimiento por la Paz -MPDL- trabaja en Malí y Nígerdesde hace más de diez años, y en los campos de población refugiada saharaui desde 1993.
A pesar de las
condiciones de vida tan extremas, principalmente desde el punto de vista
climático, el Sahel ha representado desde la antigüedad un lugar de enorme
importancia y personalidad en el continente africano, en el cual comenzaron a
darse hace más de 7.000 años las primeras formas de comunidades agrícolas
organizadas o la creación de importantes rutas comerciales que conectaban la
costa oeste africana con el mundo árabe y musulmán, dando lugar a prósperas
ciudades como Tombuctú, Gao o Djenné.
A día de hoy, sin olvidar que se trata de una de las zonas más empobrecidas del planeta, queremos destacar que hay multitud de personas, comunidades, pueblos y ciudades que, a través de sus ideas e iniciativas, luchan por sus derechos, cuentan con innumerables historias de solidaridad, compromiso y trabajo conjunto para superar las dificultades del día a día. Exactamente igual que en cualquier otra parte del mundo.
Durante muchos años el pueblo Fulani estuvo movilizándose
constantemente en busca de prados para sus rebaños de ganado. Uno de los
efectos más evidentes del cambio climático en esta zona del mundo es el
imparable avance del desierto del Sahel y el Sáhara, el cual, ha dejado
prácticamente inhabitables muchas zonas de los países que rodean ambos
desiertos y prácticamente reducido a la mínima expresión el que en su tiempo
fue el sexto lago más grande del mundo: el Lago Chad.
Para hacer frente a esta situación, en 2007, 11 países africanos acordaron poner en marcha un proyecto consistente en construir una muralla verde mediante la plantación de una gran barrera de árboles de 7.700 kilómetros de largo y 15 de ancho entre Senegal y Yibuti para frenar el avance del Sáhara hacia el sur. La iniciativa implica a Burkina Faso, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sudán y Chad. A día de hoy el 15% del total del proyecto se ha puesto en marcha y está dando notables beneficios a las comunidades.
Sahel emprende– Tamikrest y Mdou Moctar: reivindicación de derechos e innovación artística a través de la música
Tamikrest en Malí y Mdou Moctar en Níger son dos claros ejemplos
de por qué la música sigue siendo una de las herramientas más potentes para comunicarse
con el mundo. Mdou Moctar, natural de una pequeña aldea en el centro de Níger,
es uno de los artistas más innovadores de la música sahariana contemporánea.
Sus interpretaciones poco convencionales de la guitarra Tuareg le han empujado
a la vanguardia de una escena multitudinaria.
Mientras Mdou viaja por el mundo trata de ofrecer una
perspectiva única de su música, y no olvida que en todo momento se está
relacionando con audiencias muy diferentes. En casa, sus composiciones envían
un mensaje local a su gente. En el extranjero, su música es una oportunidad
para ser escuchada y representar a su pueblo en un escenario mundial.
Tamikrest nació en la
ciudad de Kidal, situada en el norte de Malí, la cual en, en boca de sus
protagonistas, es la cuna de la rebelión contra el Mali no-inclusivo.
A través de sus músicas, hacen referencias continuas a las duras condiciones de vida de la zona, y en sus canciones tratan de cantar el dolor y el sufrimiento que viven nuestros pueblos en este vasto desierto donde antes habitaban un silencio y una paz que ya no existen. Actualmente representan una de las propuestas culturales más importantes en la escena maliense y son un importante referente en la lucha por los valores y la identidad de los pueblos nómadas tuareg.
En la Comuna Rural de Bazaga, en el extremo sur de la región de Tahoua en Níger, las cooperativas de mujeres han decidido convertirse en referentes para sus comunidades. De manera coordinada con el Movimiento por la Paz, las mujeres se han formado en diferentes oficios, como transformación del cacahuete en aceite, crema y tortas, producción de cosméticos o cría de ganado. Han realizado además planes de negocio y desde hace dos años cuentan con micro-negocios que funcionan.
Los ingresos que consiguen los emplean tanto para cubrir gastos esenciales de las familias de las cooperativistas como para acciones de interés general para la comunidad: acondicionamiento de caminos, reparaciones de lugares públicos…etc. También, una parte de los beneficios van a parar a la caja común de la cooperativa que, a su vez, otorga pequeños préstamos individuales a las mujeres que más lo necesitan de cada comunidad.
En un marco de enorme discriminación hacia las mujeres, las integrantes de las cooperativas han dado un paso más: han creado una plataforma que agrupa a las seis cooperativas de la comuna rural. De esta forma, la plataforma sirve de estructura a través de la cual las mujeres se han fortalecido para ejercer diversas funciones que son básicas para su desarrollo: realizar acciones conjuntas dirigidas al fortalecimiento de sus micro-negocios. Por ejemplo, la plataforma sirve para negociar conjuntamente los precios con los proveedores de materias primas. Organizar actos conjuntos de visibilidad de sus productos y participar en los espacios de planificación de las políticas de desarrollo locales.
La plataforma que agrupa a las diferentes cooperativas ha trabajado de forma conjunta para elaborar un plan de desarrollo de las microempresas que ha presentado ante las autoridades locales. Además, las mujeres de la plataforma son llamadas a participar en las reuniones de la comuna rural para dar su punto de vista sobre temas relacionados con el desarrollo social y económico de las mujeres
Sahel mira adelante– La diáspora africana contribuye, entre otras cosas, a combatir las consecuencias de la pandemia COVID-19
Desde hace décadas, los
procesos migratorios entre África y Europa son una constante que genera
innumerables propuestas de convivencia pacífica e integración. Muchas de estas
personas contribuyen día a día, desde la multiculturalidad, a hacer de los
barrios, los pueblos y las ciudades espacios mucho más abiertos y diversos. Es
de justicia reconocer esta realidad y no olvidarla en el Día de África.
Uno de esos ejemplos está
protagonizado por Los manteros del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes y
la marca Top Manta, quienes han transformado una tienda en el barcelonés barrio
del Raval en un taller de costura donde producirán batas y mascarillas para
colaborar con los hospitales y personal de salud a luchar contra la pandemia
del coronavirus.
De esta manera, muchas
personas migradas africanas están contribuyendo con su acción diaria a
desmontar aquellos discursos que retratan al continente africano basándose,
únicamente, en sus desgracias y estereotipos y no en su sabiduría, logros y
alegrías.
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